La extracción de minerales del suelo causa la destrucción de los recursos naturales. Los daños que ocasiona la minería al medio ambiente generan serios problemas, como el deterioro y envenenamiento de los ecosistemas y hábitats, los cuales desaparecen debido a la contaminación producida a causa de este tipo de explotación.
Impacto de la minería en el medio ambiente
La contaminación ambiental que ocasionan las actividades mineras generan daños irreparables a los suelos, aguas e incluso en el aire que se respira en las zonas donde se producen las excavaciones y se establecen las instalaciones para la extracción de minerales.
El impacto ambiental de la minería puede ser local, regional y global, con incidencia directa o indirecta. Los daños causados perduran en el tiempo, mucho después del cese de las actividades de explotación y de la vida activa de la mina.
Los métodos de explotación minera pueden ser a cielo abierto y de tipo subterráneo, los cuales generan un impacto ambiental de acuerdo con la clase de trabajo que se realice para llevar a cabo la extracción del mineral.
Minería a cielo abierto
En las minas a cielo abierto se emplea un método consiste en perforar hoyos desde la superficie hasta llegar al yacimiento, para introducir en la tierra sustancias para su disolución que hagan posible la extracción del mineral.
Las excavaciones a cielo abierto pueden extenderse por kilómetros afectando la flora, fauna y hábitats de especies vulnerables.
Para trabajar en este tipo de yacimientos, se debe remover de la roca, arena, arcilla y otros elementos para realizar la explotación, lo cual produce un impacto ecológico negativo a mediano y largo plazo.
Minería subterránea
En la minería de subsuelo, se necesita la construcción de túneles, los cuales deben tener luz, ventilación y una estructura de seguridad que mantenga a salvo a los trabajadores de la mina.
El proceso de extracción implica la penetración de la roca por medio de galerías subterráneas, que pueden tener diferentes formas de acceso (horizontal, diagonal y vertical), cuya planificación obedece al tipo de mineral y a las condiciones del suelo.
El principal impacto ambiental de este tipo de excavaciones es el hundimiento, causado por la caída de rocas en los túneles excavados, lo que produce modificaciones en el terreno y pérdida de vidas.
Durante la extracción de minerales se pierden recursos y se deteriora el suelo. La construcción de galerías altera el equilibrio geológica del área, causando entre otros efectos, la degradación de la vegetación y la inestabilidad del terreno en la superficie.
Daños causados por la minería
Durante la explotación minera, se produce contaminación hídrica debido a los materiales que se utilizan para la extracción, los cuales se distribuyen a través de los cursos de agua y contribuyen al envenenamiento de las especies y la pérdida de la biodiversidad.
Las actividades mineras también son la causa de deterioro social y económico; en las comunidades cercanas a la zona de explotación se produce pérdida del patrimonio cultural, desplazamiento de pueblos originarios, narcotráfico, contrabando y casos de trata de personas.
Los efectos negativos de la minería son inevitables, pues resultan agresivos para la naturaleza, generando en consecuencia un daño a gran escala por sus emisiones de dióxido de carbono de forma irreversible; mientras que la extracción por lixiviación, envenena las aguas y la tierra de forma permanente.
En la zona donde se establece una mina es común encontrar altas concentraciones de mercurio, el cual se mezcla con la tierra para que resulte más fácil la extracción del oro. Esta sustancia contamina el medio ambiente dejándolo estéril.
La deforestación producida por la explotación minera, elimina miles de hectáreas verdes de forma permanente, incluidos los ecosistemas y hábitats que ellas contengan.
El movimiento forzado de tierra, causa la erosión y acumulación de grava o cual impide la recuperación de la zona.